La situación creada por el coronavirus hace que nos sintamos angustiados, confundidos, preocupados y estresados. Para la gran mayoría de nosotros esta es una situación desconocida y que percibimos de una manera amenazante. Pero debemos tener en cuenta, que el experimentar una cierta sensación de miedo ante algo así es natural e incluso podríamos decir, que es sano.
A continuación os dejamos algunas recomendaciones que pueden sernos útiles en el Tratemos de estar bien informados pero no sobreexpuestos a la información. La gran mayoría de noticias que recibimos a través de nuestras redes sociales son falsas o están sin contrastar, por lo tanto tenemos que ser precavidos con lo que nos creemos. Para ello, podemos utilizar el portal de la OMS para tal fin o la web del ministerio de sanidad, y hacerlo en una o dos ocasiones a los largo del día (evitar el flujo constante aunque sea difícil).
✦ Unido con lo anterior, No contribuir a la difusión de noticias falsas. De esta manera evitamos alimentar nuestro miedo y el de los demás.
✦ Dotar a la situación de aislamiento de un sentido altruista. Comprender que permanecer en casa es un acto solidario que ayuda no solo a protegernos a nosotros sino también a los demás (vecinos, sistema sanitario, etc) nos proporciona fortaleza.
✦ Evitar el estigma. Es necesario conocer bien los motivos de la cuarentena para evitar estigmatizar a las personas que están siendo tratadas por COVID19. El miedo puede hacer que rechacemos o discriminemos a otras personas. Cuidar el lenguaje para referirnos a ellas; mejor “personas que tienen/están siendo tratadas/están recuperándose de COVID19” que referirnos a ellas como “enfermos” o “víctimas”.
✦ Procurar hacer vida normal y continuar con nuestras rutinas o establecer unas nuevas mientras dura la situación de aislamiento. La “privación de libertad” destruye nuestras rutinas por eso es tan necesario y conveniente para nuestro bienestar psicológico, el establecimiento de unas pautas diarias que nos ayuden a organizar nuestro día a día. Podemos aprovechar para hacer cosas que nos gustan y que habitualmente no tenemos tiempo para hacer o probar cosas nuevas leer, ver películas, conciertos, aprender un idioma, hacer ejercicio, etc).
✦ Seguir los hábitos de higiene y prevención que recomiendan las autoridades sanitarias, esta es una buena medida de autocuidado y que nos puede ayudar a controlar el miedo.
✦ Manejar los pensamientos intrusivos. Aunque es normal que puedan aparecer en situaciones como esta es conveniente evitar anticipar de forma negativa y vamos a intentar buscar otros pensamientos menos catastrofistas.
✦ Reconocer las emociones y aceptarlas. Considerar que la preocupación y el temor (o miedo) son emociones normales. Nos puede ayudar hablar con nuestro entorno más cercano y recibir el apoyo que necesitamos (evitar regodearnos en las emociones dolorosas).
✦ Evitar hablar constantemente del mismo tema. Si no seguimos esta recomendación conseguiremos no dejar de pensar en la enfermedad o en el miedo a enfermar y por lo tanto, que nos resulte más difícil concentrarnos en otros asuntos y es posible que el miedo nos paralice. Intentemos no preguntar insistentemente a nuestro entorno cercano por sus síntomas de salud.
✦ Practicar relajación. Hay distintas técnicas que podemos realizar en casa y que nos pueden ayudar a relajarnos y combatir la tensión del día a día. Algunas de estas técnicas son: realizar ejercicio físico, llevar a cabo ejercicios de respiración (una de las más utilizadas es la respiración abdominal), escuchar música relajante, técnicas de relajación muscular, mindfulness , colorear mandalas.